Donde la historia dolió, nosotros elegimos caminar: La Salle Chihuahua y el Camino de los Mártires
- Comunicación La Salle
- hace 4 días
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En la Sierra Tarahumara, donde el eco de la violencia dejó una estela, un grupo de universitarios lasallistas transformó el luto en luz, el miedo en fe, y la memoria en movimiento hacia la paz.

Universidad La Salle, Chihuahua.- En un mundo acelerado, donde reina el ruido y el olvido, hay quienes deciden caminar. Caminar con silencio, con propósito, con fe. Caminar hacia adentro y hacia el otro. Este junio, un grupo de estudiantes de la Universidad La Salle Chihuahua se atrevió a hacerlo. Durante seis días, del 15 al 20 de junio, un grupo de jóvenes universitarios emprendieron el “Camino de los Mártires”, una peregrinación espiritual por la Sierra Tarahumara, desde Areponápuchi hasta Cerocahui. No fue un viaje turístico. Fue un acto de memoria, de entrega y de transformación interior.
Más que una caminata: un acto de fe
La Coordinación de Formación Humana, junto con el grupo estudiantil Indivisa Manent, organizó esta experiencia para quienes buscan algo más profundo que una respuesta académica: un encuentro con Dios, consigo mismos y con una comunidad viva.

Inspirados por el testimonio de dos sacerdotes asesinados en Cerocahui —hombres cuya memoria florece en esperanza—, nuestros jóvenes decidieron no quedarse indiferentes. En lugar de callar, oraron. En lugar de huir, caminaron. Cada paso fue guiado por la oración, el silencio contemplativo, los coloquios comunitarios y la convivencia con los pobladores locales. En cada descanso, surgían preguntas que removían el alma: ¿Qué me impide decirle sí a Dios? ¿Dónde encontré fuerza hoy? ¿Cómo puedo ser testigo de la resurrección en el mundo actual?
Juventud que construye paz
En tiempos en los que parece más fácil dividir que unir, criticar, que escuchar, nuestros estudiantes eligieron el camino contrario. Recorrieron más de 40 kilómetros para construir un nuevo relato: uno donde los jóvenes no solo marchan por causas, sino que caminan por convicciones. Caminaron con el alma abierta. Caminaron con el corazón dispuesto. Caminaron recordando que la paz no se exige: se siembra.

¿Y tú, te atreverías a dejarlo todo por unos días?
El “Camino de los Mártires” no terminó en Cerocahui. Comenzó ahí para quienes descubrieron que el verdadero viaje es el que transforma la mirada. La invitación está abierta a quienes buscan un sentido más profundo, una comunidad que acompaña y una fe que se camina.
En La Salle, no educamos para el éxito. Educamos para la vida. Y en este camino, la vida se hizo oración, encuentro, comunidad y entrega. Porque donde la historia dolió, nosotros caminamos.
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